Este queso tiene una textura firme y un sabor similar al de las frutas del otoño cuando no están maduras. Una vez que el queso ha madurado, el sabor se transforma radicalmente; la piel se arruga y la masa se convierte en mantequilla, adquieriendo un color intenso y brillante. El sabor es dulce al principio, y después se vuelve más picante y aromático.
Gr. 200